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sábado, 16 de junio de 2012

REFLEXIÓN BLOQUE I


En este primer bloque de la asignatura hemos hecho un recorrido por la historia de la “literatura infantil”, que nos ha podido mostrar cuándo se tomo al niño como objetivo de los libros; es decir, cuándo se le tomo en cuenta en para crear cultura. Además nos ha ayudado a ver qué es, y qué no es, literatura infantil, distinguiendo de este por ejemplo la “paraliteratura” o literatura que busca más la enseñanza.

Personalmente siempre he tenido la historia como objeto importante de estudio; creo que lo es en todas las áreas y, como no podía ser menos, en la literatura. Sabemos que antes del siglo XVIII muy poca literatura podía ser apropiada para la lectura por un niño (aunque realmente en la antigüedad se llegaba antes a ser “adulto”), pudiendo extrapolarse algunos textos concretos, por ejemplo, de las historias del Conde Lucanor.  

Con el Siglo XVIII se inició el gusto por relatos cortos y cuentos (más relacionables con lo infantil) a raíz de la predilección que tenía el rey Luis XIV por los mismos. Al ser este rey el máximo exponente del Absolutismo Político, todo lo que hacía el rey era bueno, por lo que se imitaba. Empezaron a surgir autores con historias que podrían atraer al público infantil y, con el paso de los siglos, autores y editoriales que se dedican exclusivamente a este público.

Al surgir la literatura infantil como tal se ve necesario el estudio de la misma pues, como en todo, podrá adaptarse de muchas formas, mejorarse la calidad, variar la temática… y, sobre todo, saber a qué público podrá ir dirigido un libro u otro.

Todo el tema, pero en concreto este último punto, me pareció muy útil para nuestra futura labor como docentes; pudiendo saber qué libros (de otras épocas o modernos) para nuestros alumnos. Unido a esto fue la práctica de este bloque, que trató de analizar un libro para ver su posible utilidad y gusto en el público infantil al que va dirigido.

Esta actividad se me “atragantó” bastante, ya que en un principio estuve un poco “perdido” al no saber cómo proseguir, algo que me hizo bloquearme en la asignatura. Con el tiempo (y ayuda) entendí mejor lo que había que hacer, y utilizando la actividad original y releyendo otra vez el libro, creo que supe ver y llevar a cabo el objetivo que había sido propuesto en esta práctica.

1 comentario:

  1. Vale. No se trata de resumir el bloque sino de hablar, fundamentalmente, del uso que le vas a dar a lo aprendido en tu futuro profesional.

    No se trata solo de "saber seleccionar" libros. Eso tiene un objetivo... si quieres tener bien las reflexiones, debes buscar la utilidad del bloque, pensar lo que suele hacerse en las aulas y escribir cómo vas a actuar tú cuando seas maestro.

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