REFLEXIÓN BLOQUE III

REFLEXIÓN SOBRE EL BLOQUE III

                En primer lugar me gustaría reseñar mi opinión sobre la “ley pendular”, ya que desde que lo vimos en clase me llamó mucho la atención. Me parece muy interesante que viendo la cantidad de movimientos políticos, sociales, económicos, artísticos...la base, digamos, de los mismos varíe en mayor o menor medida entre las ideas de dos filósofos de la Antigua Grecia. Me da a pensar sobre la falta de globalización que se da en la educación actual, aunque pretenda hacerse, puesto que se separan totalmente las distintas asignaturas e, incluso, temáticas dentro de la misma asignatura. Creo que unir y relacionar más las asignaturas las haría más fácil de estudiar y más atractivas.

                Todo esto me dio una idea sobre cómo proseguir con la teoría de este bloque: la literatura española, desde la literatura medieval hasta el “fin del movimiento pendular” con la llegada de la década de 1970. Si en su momento, en el instituto (no hace mucho, la verdad) no vi estos movimientos literarios con esa comparación entre unos y otros con el péndulo como baremo… ¿por qué no hacerlo ahora, que conozco esta ley? Quité el polvo a mis carpetas y libros de Bachillerato e hice una primera lectura de mis apuntes. Entre faltas de ortografía y fallos en la expresión, podía ver esa ley en la “práctica”. 

                Tras estudiar (reestudiar, mejor dicho) este material, y completando con una enciclopedia, fui haciendo una síntesis de la historia de la literatura española. Según lo hacía, iba destacando las obras  o los autores que podrían hacerse atractivos para los niños, de los cuales hablé al final de la teoría. 

                Uno de los autores que destaqué fue Juan Ramón Jiménez y su “Platero y yo” obra que, pese a no ser literatura infantil como tal, podría ser ofrecida a este público.  Sobre este mismo trató la actividad (esta vez grupal) del bloque III. Sobre los trabajos grupales siempre he opinado que quitan dificultad a la labor y añade mayor variedad en el mismo trabajo, provocado por las diferencias inevitables entre los diferentes miembros del grupo, pero que en lo personal aportan mucho menos que la labor individual; por ello no tengo mucho que reflexionar sobre la práctica.